Por primera vez en más de 50 años, la serie mayor de NASCAR vuelve a competir en una pista de tierra, aunque el escenario es un habitual del calendario no deja de ser un hito histórico considerando el tipo de auto y las circunstancias en la que la carrera está tomando lugar como es la pandemia por COVID-19.

¿Cómo llegamos a esto?

Por años las carreras en Bristol eran las más populares dentro del calendario de la serie mayor. Sin embargo, si uno ve las carreras de hace diez años atrás la disminución en cuanto a espectadores empezó a hacerse notoria y en los últimos años debido al tipo de competición en pista e inclemencias climáticas han llevado a que la carrera sea difícil de llevar a casa llena.

Pese a todos problemas, el óvalo de media milla más rápido del mundo tiene una rica historia dentro de NASCAR por lo que cubrirla con tierra fue una algo bastante curioso e inusual de ver. Según Ben Kennedy, Vicepresidente de NASCAR, la idea de correr Bristol convertida en una pista de tierra fue una idea en conjunto hecha por SMI (Speedway Motorsports, la compañía dueña de la pista), FOX y los equipos.

Bob Leavine, dueño del Leavine Racing Family, un equipo que cerró sus puertas el año pasado contó detalles sobre el proceso de votación para aprobar la carrera por parte de los dueños de equipo o básicamente entre los miembros de la Race Team Alliance, la versión NASCAR de la FOCA.

En el último tiempo Leavine ha sido uno fuerte critico de la RTA como del actual modelo de negocios dentro de NASCAR que depende más de los ingresos por televisión que venta de entradas y de un equitativo sistema de repartición de ingresos que ha perjudicado de gran forma a los equipos chicos. “En un punto la TV controló la carrera de tierra en Bristol. Bien jugado NASCAR”. (Sarcasmo)