La edición 79 de las 500 millas de Indianápolis tuvo varios momentos para recordar a lo largo de ese mes de mayo de 1995 previo al inicio de lo que sería la infame “Guerra Civil” dentro del automovilismo de monoplazas estadounidenses por los siguientes 12 años (1996 – 2008). Para ese entonces, Tony George ya había anunciado la creación de la Indy Racing League, su categoría de monoplazas que iba a tener su primera carrera en el Walt Disney Speedway en enero del 96′ y que tendría a la Indy 500 como su joya de la corona.

Pese al complejo panorama que se avecinaba ambas partes aún estaban tratando de remediar la situación, pero en poco tiempo se volvió irremediable, cambiando por completo la escena Motorsport dentro de los Estados Unidos por los siguientes años.

Dentro del Speedway la gran historia del mes de mayo fue la no clasificación de Penske, el equipo había dominado la carrera del año pasado con Al Unser Jr y Emerson Fittipaldi, se quedó fuera en Bump Day. El Penske PC-24 nunca estuvo a la altura, además de no contar con el motor Mercedes Benz apodado “La Bestia”, la cual fue prohibida inmediatamente por USAC luego de la victoria de Little Al en 1994.

La última hora del Bump Day se le recuerda por los desesperados intentos de Penske de poder meter al menos uno de sus autos a la carrera, haciendo múltiples combinaciones de chasis, pero no logrando llegar a las 225 mph (362 km/h), siendo que Fittipaldi en el día anterior hizo registros por sobre esa velocidad, pero que su equipo los anuló porqué pensaron de que iban a ser superados por facilidad. Un registro de 224.907 mph (361.952 km/h) era lo único que mantenía al dos veces ganador de la Indy 500 dentro de la grilla de 33.

A 12 minutos del pistoletazo de las 6 PM, Stefan Johansson dio el gran batacazo al sacar a Fittipaldi de la grilla de 33, al hacer cuatro vueltas que promediaron 225.547 mph (362.982 km/h) . Por primera vez desde 1968 que el equipo del capitán no iba a estar presente en Indy.